¿Qué se asume en la Consagración al Inmaculado Corazón de María?

CON LA CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA ASUMIMOS VIVIR EL BAUTISMO:

En el acto de consagración para los que se adhieren al Movimiento, consignado en el Libro del Movimiento, se lee: "con este acto de consagración nos proponemos vivir contigo y por medio de ti todos los compromisos asumidos con nuestra consagración bautismal".

Estas palabras expresan con claridad como un fiel, que se consagra al Corazón Inmaculado es ayudado por la Virgen, para vivir los compromisos de su Bautismo. Es lógico que a un cristiano inmerso en un mundo tan secularizado como el de hoy, le sea muy difícil vivir su consagración bautismal, con Ella lo podemos hacer.

El bautismo obra una transformación radical: comunica la gracia y la misma vida divina. Nos conforma a Jesucristo y nos hace hermanos suyos, hijos adoptivos de Dios, por lo que cada uno al congrarnos al Corazón Inmaculado de María  Ella nos ayuda a configurarnos a su Hijo en nuestra propia vida.

Ahora bien, a través de todos los medios de comunicación social, el cristiano es fácilmente instrumentalizado y manipulado por el mundo en que vive, hasta el punto de que, muchas veces, casi sin darse cuenta, recibe de él y comparte los valores que se oponen a los que Cristo enseñó.

Así hoy, la mayoría de los bautizados traicionan cotidianamente y sin reparo su consagración bautismal y viven la vida como los paganos. El Papa Benedicto XVI caracterizaba este tipo de fieles como "bautizados paganos" o "paganos bautizados".

Como compromiso específico del Movimiento Sacerdotal Mariano, la Virgen pide que los fieles se consagren a su Corazón Inmaculado; y, entonces Ella, como Madre y Maestra, dulcemente conduce a sus consagrados a vivir su bautismo en plena fidelidad a Jesús y a su Iglesia.